UNA PARTE DE MI ALMA MUERE
Escritora: Rafaella
Poema: Una parte de mi Alma muere, poema escrito del libro, Cómo ser feliz aunque sea en la cama.

Esa fracción de mi ser, hoy se desmorona. Sangra a borbotones, ya no puede más, por eso llora. Su fragilidad sólo empeora,
Perderé este milagro fugaz, en mala hora.
Sentir que soy divina, lo incitabas, Desde niña lo intuía, mágica me sentía. El órgano más exultante y dúctil eso eras, Despedirme no quiero, es mi cobardía.
Sabia intuición que sería madre, ya lo sabía La vida se resistía con infertilidad implacable, Negaciones escondidas y yo solo porfía,
Pues yo comprendía, que mi útero era invencible.
Y no lo era.
Hoy comienzas a desfallecer,
Comienzas a morir, como yo,
Cada atardecer comenzamos a envejecer, Hoy amanece con tu partida llena de dolor.
Desolada quedo,
¿Se retira la luz, el sol de mis entrañas? Llena de pasión y dolor sin consuelo,
¿Se irá mi alegría que fecundó cinco hazañas? Y sólo tres sobrevivieron, son mi consuelo.
Mi alma abandonada sólo solloza,
Tu partida con sangre y tristeza me deja, Mi útero lleno de dolor rebosa
Mi pedazo de alma se me aleja.
Mi desconsuelo, se llena de lágrimas
Mi sol, mi verano se aleja de mi esencia.
Ya no estaré íntegra, sí hoy me dejas. Cuántas veces me he debilitado por tu impertinencia.
Mis alumbramientos fueron precoces, Incansable órgano sin rencores, Gracias por ser el nido de mis amores
Insondables milagros son tus pasiones.
Gracias por cobijar a mis hijos amados,
Que dolor intenso y profundo se han anidado, Mi útero amado, mi cuna de milagros,
Las más frágiles y vidas eternas has fecundado.
Despedida de mi útero es hoy de gran elocuencia, Vibrando con dolores y espasmos.
Estoy viviendo horrores, por tu permanencia
Hoy desangrándome me tienes, creo que son tus llantos.
Lleno de hazañas te recuerdo….
Con dolor y desconsuelo sufro tu persistencia, Mi cuerpo no resiste tu rebeldía, ya no puedo… Me desangras con obstinación e impertinencia
,
Mi útero amado, llegó tu partida, Desangrarme no quiero,
No encuentro salida.
Te digo adiós y gracias, cuánto te quiero Parte de mí alma muere…con desasosiego. Sin más razón, ni consuelo. Sutileza de Dios, partes primero.